miércoles, 29 de junio de 2016

Salsola Kali, el alérgeno del verano

Termina la primavera, los niveles de la mayoría de los pólenes bajan, muchos de nuestros pacientes mejoran, pero puede que no sea así para los alérgicos al polen de la Salsola, cuya polinización se mantiene durante los meses de verano (de marzo a octubre).
Picos de polinización de Salsola en España
Todos podemos recordar esta planta seca, arrollada por el viento (tumbleweed en inglés) típica de las películas del oeste.
Vamos a conocer unas breves nociones sobre esta planta: La Salsola también es conocida por otros múltiples nombres: “barrilla de borde”, “hierba del jabón”, “salicor de la Mancha”, “capitana”, “arrascateja “, etc. Pertenece a la familia de las Amarantáceas, y es de origen asiático, aunque se ha difundido por todo el planeta. Es frecuente encontrarla en zonas arenosas de playas y dunas. Presenta una alta resistencia a la sequía, por lo que sus niveles aumentan en años con pocas lluvias. Tiene un alto contenido en sodio, por lo que en la antigüedad sus cenizas se usaban para la producción de vidrio y para la elaboración de sosa para jabones.

Tiene porte herbáceo y arbustivo, muy ramificado desde la base con hojas pequeñas y carnosas y, en algunas especies, punzantes. Las flores aparecen de marzo a octubre, produciendo numerosas semillas (una planta puede llegar a generar hasta un millón).
Su polen aparece en bajas concentraciones, constituyendo el 1,6% de los recuentos de pólenes en las zonas de España donde se encuentra, por lo que en un principio se puso en duda como responsable de patología alérgica. Pero, numerosos estudios han demostrado su implicación como agente responsable de dicha patología, alcanzando prevalencias en algunas zonas de hasta el 31% (en Elche y Toledo es la primera causa de sensibilización a pólenes). Por lo que suponemos que es un polen muy agresivo desde el punto de vista alérgico.
El polen de la Salsola es capaz de desencadenar síntomas oculares (picor, enrojecimiento conjuntival, lagrimeo), nasales (estornudos, picor, obstrucción nasal, mucosidad acuosa) y bronquiales (tos persistente, dificultad para respirar, autoescucha de sibilantes), coincidiendo con la época de polinización.
Para tratar estos síntomas, como siempre, utilizaremos antihistamínicos orales/tópicos, corticoides inhalados nasales/bronquiales, broncodilatadores…etc, todo en función de la clínica que presente el paciente, con los que conseguiremos mejorar su sintomatología. Pero, debemos recordar que, el único tratamiento disponible para atacar la causa del problema es la inmunoterapia o vacunación antialérgica; es el único que interrumpirá de forma definitiva el curso natural de la enfermedad, y debe ser prescrito SIEMPRE por el alergólogo.   
Dra. Rocío de la Higuera Artesero
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga

miércoles, 8 de junio de 2016

El futuro de la alergia alimentaria: ¿nuevos tratamientos a la vista?



Si estás leyendo esto, quizá sea porque tú mismo, tu hijo o algún familiar cercano padece una alergia alimentaria. En el momento en que te enteraste del diagnóstico, muy probablemente pensaste: "¿Cómo podemos tratar esto?", "¿Tendré que sufrirlo el resto de mi vida?" 

Todos los días en la consulta nos enfrentamos a las mismas preguntas. Y, salvo algunos casos, como la alergia a la leche y al huevo en la primera infancia, que generalmente se superan de forma espontánea en los primeros años de vida, el resto de alergias alimentarias, tanto en niños como en adultos, es decir: las alergias a pescado, frutos secos, fruta, marisco…etc, suelen ser para toda la vida, e implican la necesidad de establecer una evitación estricta del alimento en cuestión.

Sin embargo, en los últimos años se están vislumbrando en el horizonte diversos protocolos y terapias que buscan la consecución de la reducción del umbral de reacción al alimento, la desensibilización al mismo (tolerancia transitoria) y, lo más deseado: la tolerancia permantente o curación de la alergia. El desarrollo de tratamientos para las alergias alimentarias es una tarea ardua, ya que nuestro sistema inmunitario suele ser reticente a “cambiar de opinión”.

¿Qué tratamientos existen en la actualidad y cuales se están desarrollando?

Es importante recordar que muchos de estos tratamientos son todavía experimentales, pero la luz que arrojan al final del túnel es prometedora.

La Inmunoterapia Oral Específica con Alimentos (ITO o ITOE, en inglés SOTI)
Este tipo de inmunoterapia oral, consiste en un protocolo más o menos estructurado para la introducción de forma gradual del alimento al que se es alérgico, desde cantidades “infinitesimales”, que no son detectadas por el sistema inmune, “acostumbrándolo” poco a poco a la presencia del mismo hasta llegar a la cantidad objetivo (a veces superar el umbral “traza”, a veces la ración completa del alimento). Una vez conseguida la cantidad objetivo, se mantiene a diario o varias veces por semana.

Actualmente, con este protocolo, algunos pacientes alcanzan la tolerancia permanente o curación, lo que implica que pueden comer el alimento libremente “sin miedo a reacciones”. Muchos otros sólo consiguen una desensibilización, es decir, toleran el alimento mientras tengan contacto frecuente con él (diario o varias veces a la semana).
ITOE: Inmunoterapia Oral Específica con Alimentos
Durante el protocolo no están exentas las reacciones alérgicas, más frecuentes en el periodo inicial de aumento de dosis, aunque tampoco inexistentes en el periodo de mantenimiento, al igual que hay ciertos riesgos futuros como la posibilidad de desarrollar una esofagitis eosinofílica (3% de los pacientes).

Inmunoterapia Sublingual con Alimentos (ITSL)
Este tipo de inmunoterapia, de modo similar a la que se emplea para el tratamiento de la alergia respiratoria a pólenes, ácaros, etc, pretende poner en contacto el alérgeno alimentario, depositando una pequeña gota de líquido bajo la lengua, donde se absorbe y se presenta al sistema inmune “de forma amiga”, para que éste lo interprete como algo “inofensivo”. Actualmente, la única vacuna de este tipo que se encuentra comercializada es una que contiene Pru p 3, un alérgeno del melocotón, que está muy presente en todas las frutas de la familia de las rosáceas, así como en otros alimentos de origen vegetal.
SLIT-Melocotón: Vacuna sublingual de LTP, una proteína vegetal.
Inmunoterapia Epicutánea (EPIT)
Hace varios años que se está investigando sobre esta posibilidad. ¿Os imagináis poneros una pegatina/parche sobre la piel, similar a los parches de nicotina, y así superar vuestra alergia alimentaria? En este caso contendría el alérgeno alimentario que se liberaría en pequeñas cantidades a través de la piel y, con el tiempo, se inducirían los cambios deseados en el sistema inmunológico. Actualmente sigue en fase de investigación, porque una de las principales reacciones que genera son las dermatitis en la zona de implantación.
El futuro de las vacunas en parches o epicutáneas
Inmunoterapia con Alérgenos Alimentarios Modificados.
El sistema inmunológico de una persona alérgica reconoce proteínas específicas de un alimento. En el caso de la alergia a cacahuete, sabemos que una de estas proteínas, como es "Ara h 2", es contra la que el sistema inmunológico desarrolla una fuerte respuesta en algunos individuos. A través de la biotecnología, los investigadores han sido capaces de modificar las áreas de reconocimiento para que el sistema inmune desarrolle tolerancia. En este sentido, uno de los estudios más prometedores que actualmente se está desarrollando es el estudio FAST, en el que emplean una proteína modificada (recombinante) de carpa “Cyp c 1”, para el tratamiento de pacientes con alergia al pescado.
Ingenieria molecular recombinante, las vacunas del futuro
Como veis, parece que en los últimos 10 años ha habido un cambio radical en el modo de abordar la alergia alimentaria, desde la evitación estricta y de por vida, a la irrupción de diversas técnicas, protocolos, vacunas y modelos de inmunoterapia, que sin duda esperamos que sigan avanzando adecuadamente y nos den la oportunidad de tratar lo mejor y más rápido posible a los pacientes alérgicos a alimentos.

Dr. Jaime García Campos
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga