martes, 17 de abril de 2018

¿Soy realmente alérgico a la penicilina?

No es infrecuente que en nuestra práctica clínica diaria nos encontremos con pacientes que, entre sus antecedentes personales, refieren «alergia a la penicilina»; la mayoría de las veces sin haberse realizado un estudio adecuado. De hecho, se estima que solo el 6% de los que afirman padecer este tipo de alergia han sido valorados correctamente.
Pulseras para alérgicos a penicilina
Las penicilinas pertenecen a una amplia familia de antibióticos llamados betalactámicos, fármacos muy utilizados por su seguridad, su amplio espectro de actividad y su bajo coste. Pero por otro lado, por su frecuente uso, son los que presentan un mayor número de reacciones alérgicas registradas.
Penicilinas antiguas
     La prevalencia (proporción de individuos de una población que presenta una característica) de la alergia a betalactámicos es desconocida, pero se estima que entre el 9-12% de la población general la refiere, y esta estimación sube al 15% en pacientes hospitalizados. Si los pacientes que refieren alergia a betalactámicos se sometieran a estudio, descubrirían para su sorpresa que fueron etiquetados como alérgicos sin serlo hasta en un 90% de los casos, según algunas publicaciones.

Cadenas de estreptococos
    La alergia a este tipo de fármacos conlleva una serie de implicaciones a nivel de salud pública, ya que al prescribir una medicación alternativa (de segunda línea), se alargan las hospitalizaciones, se incrementa la resistencia a antibióticos, crece el número de ingresos en UCI y el coste sanitario. Por tanto, se hace necesario un diagnóstico correcto para mejorar el uso farmacológico, la seguridad del paciente y reducir costes.

Recientemente se ha postulado el empleo de los test cutáneos con betalactámicos como medio para diagnosticar una alergia IgE mediada, sobre todo en hospitales norteamericanos, y comprobar así de forma rápida si los pacientes son alérgicos o no. Si los test resultan negativos, se instaura el tratamiento con el fármaco en cuestión. Pero en nuestro medio este protocolo de actuación no es seguro ni lógico. Estudios recientes realizados en la población europea, han demostrado que entre el 8,4% al 30,7% de los pacientes con test cutáneos negativos a betalactámicos, presentan reacciones con la toma de los mismos. Esta discordancia se debe, probablemente, al uso de diferentes tipos de betalactámicos en Europa y Norteamérica.

En nuestro medio, para realizar el estudio de alergia a este tipo de fármacos nos basamos en varios aspectos:

Historia clínica: que nos determinará si la reacción ha sido inmediata (menos de 1 hora tras la administración del fármaco) o no inmediata (más allá de 1 hora). Esta distinción es importante, ya que los pacientes con reacciones inmediatas manifiestan una mayor sensibilidad a los test cutáneos. A veces la historia es imprecisa, cuando han pasado años desde la reacción, y el paciente no recuerda bien. Algunos grupos de trabajo han estimado una sensibilidad del 69,8% y una especificidad del 82,3% para la historia clínica.
La historia clínica, el pilar básico del acto médico.
 Test cutáneos: el porcentaje de pacientes con historia de alergia a betalactámicos y test cutáneos positivos varía entre 7-76%. El porcentaje más alto de test positivos lo presentan los pacientes con reacciones inmediatas y con estudios realizados lo más precozmente posible respecto a la fecha de la reacción (entre el 30-50% de los pacientes con test cutáneos positivos, mantienen la positividad de los mismos a los 5 años). Si resultasen positivos se detendría el estudio aquí (alcanzándose un diagnóstico de certeza). En los casos de reacciones no inmediatas la sensibilidad a los test cutáneos es muy baja, y en la mayoría de los casos (siempre que esté indicado) hay que terminar realizando un test de exposición controlada.
Intradermorreacción: Uno de los test cutáneos en alergología
   Técnicas de laboratorio: el ImmunoCAP tiene una especificidad que varía entre el 83,3-100% y una sensibilidad 12,5-25%. En algunos laboratorios se cuenta con otra técnica, el test de activación de basófilos, que presenta una sensibilidad del 50% en pacientes con al menos 1 test cutáneo positivo, y una especificidad del 93%. 
ImmunoCAP: Análisis sanguíneo de IgE específica
Test de exposición controlada: se basa en la administración controlada de dosis crecientes del fármaco sospechoso (o de fármacos alternativos), para comprobar la tolerancia o no a los mismos (se puede ser alérgico a toda la familia de betalactámicos, a un grupo, o a un fármaco en concreto).
Test de exposición controlada en Hospital de Día
    Resumiendo: la alergia a betalactámicos referida por nuestros pacientes supone unos costes tanto sanitarios como económicos que debemos tener en cuenta. Hay que recomendar a los pacientes que no estén estudiados que acudan al alergólogo. En nuestra población, los test cutáneos y las pruebas de laboratorio no tienen la suficiente sensibilidad y especificidad para confirmar o descartar la existencia de alergia, por lo que en muchos casos se hace necesaria la realización de un test de exposición controlada.

Dra. Rocío de la Higuera Artesero
Médico Especialista en Alergología
Grupo AlergoMálaga